Los Camaleones; un breve apunte sobre el discurso y la practica en la política.

“¿Por qué elegimos a un hombre cómo presidente y luego estamos deseando acabar con él?”

7 Días de Mayo (1964, John Frankenheimer)

Vivimos en un tiempo en donde el engaño por parte de la política se hace cada vez más evidente, especialmente de aquellos que buscan algún puesto de trabajo dentro de alguna institución gubernamental, y como nuestro sistema de gobierno es “electoral” basado en una “democracia” es ‘decisión’ nuestra, la de los individuos, designar a otro ser humano el poder para gobernarnos (federal, estatal o municipal) o bien para tomar “acciones” dentro de una cámara sobre futuras leyes y posteriormente votarse para ver cual es ‘mejor’, lo que culmina en una regla más dentro del papel pintado llamado constitución, sea en el país que sea.

Sin embargo, nuestro gobierno nos miente, nos utiliza y nos engaña en beneficio de él, y no solo éste dentro de nuestro territorio si no en otros también, me atrevería a decir que en todo el planeta; buscan beneficio propio haciendo promesas que no les interesa cumplir o bien no lo ven rentable en votos para ellos, actualmente (México, 2021) se están llevando a cabo campañas de publicidad en todos los medios, buscan penetrar en tu mente y hacerte creer que son la última esperanza para que tu vida sea mejor.

Pero la historia a lo largo de varias décadas o incluso desde hace siglos nos enseña la poca credibilidad que tienen los discursos políticos repetitivos de cualquier candidato, dentro de cualquier partido, en cualquier país y en cualquier época, respecto a sus acciones prácticas una vez estando en el poder o incluso antes, sea desde un puesto bajo o alto dentro de la jerarquía, su relación entre lo que predican y lo que hacen es lo que siempre falla, y continuará fallando mientras exista el poder político.

Unos lo llaman ‘vieja política’, haciendo señalamientos en que traen una ‘nueva’, pero sea antigua o moderna la política es política, y por ende no trae cambios para el individuo o la sociedad, solo para aquel que promulga y forma parte de la política en sí; pues, como cualquier ser humano ha demostrado al tener poder, se busca satisfacer las necesidades de uno primero antes que la del otro.

Tomemos como ejemplo, respecto a la narrativa el discurso de Barry Goldwater (teniente general en la reserva de la Fuerza Aérea estadounidense) en su campaña de 1964, según el analista político Karl Hess, el discurso de Goldwater era de corriente libertaria al oponerse contra estructuras sumamente políticas como los impuestos, el servicio militar, el nacionalismo, la censura, la conformidad legislada, el establecimiento político de normas sociales e, irónicamente, la guerra como instrumento de política internacional.

De acuerdo con Hess quién además escribió discursos para Barry, él no era un pacifista, pues creía que la guerra “sigue siendo una acción estatal aceptable” y que debía existir un poder estatal para continuar peleando en la Guerra Fría, a pesar de que eso solo demostraba el avance del imperialismo de Estados Unidos, lo cual no era visible para él salvo el imperialismo Soviético, eran lo mismo pero bajo corrientes de pensamiento socio-económico distinto; el caso de Goldwater resultó una anomalía entre la predicación libertaria y el discurso partidista de ese entonces.

Otro caso (más reciente) es el de Javier Gerardo Milei y José Luis Espert en Argentina, igualmente de corte libertario que Goldwater, ambos economistas buscan meter los principios libertarios en la política argentina, una antítesis si nos vamos con la base liberal anarquista; puesto que Milei es candidato a diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires en las elecciones de 2021.

Milei ha expresado una forma de vencer el sistema de gobierno, el cual no consiste en el ámbito popular o cultural, si no dentro de la misma política “dar batalla en el barro” cuyas metas son las que otros “liberales” políticos plantearon muchos años antes como bajar impuestos, mejorar el sistema laboral, una reforma financiera y monetaria, etc; 2 o 3 años atrás Gerardo repudiaba a los políticos tachándolos de parásitos y catalogándolos como el problema de su país.

Espert por otro lado ha sido expuesto por investigadores como Nicolás Morás, en su vinculación con organismos que buscan difundir la cosmovisión libertaria como la Fundación para la Libertad, Friedrich Naumann, pero que son financiados por la élite internacional, o su relación con el narcotráfico, además de buscar crear una DEA argentina; Morás ha demostrado que los partidos y políticos “liberales” no se han apegado a los principios libertarios una vez han estado en el poder, de hecho han realizado acciones contrarias, subida de impuestos, poca competencia, etc; una predicción que sostenía Herbert Spencer ya en el siglo XIX.

Ahora en tiempos de publicidad política local en Monterrey, México; las incongruencias respecto a lo que predican antes y después de campañas los camaleones; y lo que pueden llegar a practicar, sí es que no lo hacen ya pero sin que observemos “lo que no se ve” como diria Frédéric Bastiat.

Usaré de ejemplo el caso más popular, pero que no quepa duda que si tuviera alguna anomalía de los otros candidatos se las haría saber: Samuel García Sepúlveda candidato a la gobernatura de Nuevo León, en 2019 en una entrevista para el programa de televisión Traga Luz expresó que tenía cierta inclinación hacia el aborto, al sugerir que “el derecho de la mujer a decidir debe pesar más”, obviamente esto fue mucho antes de su lanzamiento como candidato.

En las campañas actuales dio a entender que él esta en contra del aborto; el partido al cual el pertenece y en cual esta buscando el puesto de gobernante de los individuos es Movimiento Ciudadano, una institución que se ha proclamado a favor del aborto. Aunque si bien él anuncia que debe acatar las leyes como abogado, debido a que el aborto es legal en la capital, considero que cualquier individuo sea político o no debe tener sus principios en claro sin cambiarlos solo por beneficio electoral.

Finalmente, el ejemplo actual y para cerrar su periodo de 6 años, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón “El Bronco”, un político como cualquier otro del mundo, predicaciones que se vieron contrarias en prácticas: solucionar el transporte público, crear una fiscalía general, rehabilitación para quitar baches, etc; las cuales se han visto poco presentes en prácticas.

¿Por qué elegimos a un hombre cómo presidente y luego deseamos acabar con él? Por que sencillamente nos traicionó, nos engaño, nos dio falsas esperanzas y como seres humanos que no aprendemos la lección decidimos confiar en un mesías que pareciera que nos va a salvar desde un puesto de gobierno, cuando la realidad es que el individuo debe dejar de creer en la política y sus miembros, eliminar el gobierno en su totalidad y empezar a vivir en un entorno libre de todo tipo de poder concentrado.

(Texto recuperado de Portal MX, 11 de abril del 2021)