Segunda carrera ya…
Después de más de un año luchando por intentar entrar en la carrera universitaria que quiero hacer, este año -y con la ayuda de ciertas personas- he sido admitido. Incluso al haber perdido la esperanza tras haber sido rechazado en primera instancia en todas las opciones que he escogido.
No tenía ya fuerzas de seguir intentando y reclamando para poder entrar en esta carrera. Pero un día, en mitad del trabajo, recibí la llamada preguntándome si seguía interesado en estudiar esta carrera. Claramente, les dije que sí. Habiéndose presentado esta oportunidad de manera inesperada, no la perdería bajo ninguna circunstancia. Digamos, que esta es mi prioridad frente a todo. Esta carrera de la que hablo es la de Lengua de Signos Española y Comunidad Sorda.
Sólo se ofrece en una universidad en toda España (sin contar Catalunya), lo cual, hace que el acceso sea muy complicado y más a medida que, a cada año que pasaba, está siendo más demandada. La ventaja es que cada vez más gente quiere estudiarla por la facilidad para el acceso a la información de las personas sordas y sordociegas, pero la desventaja es la única universidad donde se ofrece. En el caso de Catalunya, está esta misma carrera pero es de Lengua de Signos Catalana. A no ser que vaya a vivir en allí, esta carrera no me sirve ya que estudiaría básicamente esta lengua. No sé, no es algo que me compense.
Pero ya puedo decir que oficialmente soy universitario -de nuevo- y que en 1 mes volveré a la carga con los estudios.
La gente me dice que convalide asignaturas como las relacionadas con la Lingüística (ya que terminé la carrera hace dos años), que convalide también los primeros niveles de Lengua de Signos Española…
Mi respuesta es clara: NO. Y os digo el porqué.
La carrera de Lingüística no me ha sido, en absoluto, satisfactoria. Siento que he perdido miles de euros y 8 años de mi vida. Aun así, el mundo de la lingüística me llama bastante la atención. Aunque siempre he sido de números, descubrir los idiomas ha sido como el que se enamora de la persona más atractiva de este mundo. Es algo tan puramente precioso que no puedo permitirme evitar no adentrarme en esta ciencia. Pero claro, la universidad donde la estudié -que tanto prestigio estaban tratando de vender- fue una completa decepción. No aprendí nada, los profesores no se adaptaban a los alumnos ni a las metodologías actuales de enseñanza -y por no decir que hubo mucho enchufismo e hijodeputismo–. Salí tan cabreado que durante estos últimos 4 años (y digo 4 años porque tuve que repetir asignaturas, hacer pendientes y repetir por segunda vez el TFG) no quise saber nada de la lingüística. Y he conocido compañeros que han estado tan decepcionados y hartos e incluso más que yo.
Por no perder lo que ahora es mi especialidad, pienso repetir las asignaturas que están relacionadas con este tema. Además, refresco los pocos conocimientos que aún me quedan en la mente.
Por otro lado, la parte de la Lengua de Signos Española. Yo ya la conocía de hace muchísimos años, pero no mostré ningún interés por aprenderla. Hasta el día en que me enteré que una amiga a la que tengo cariño trabajaba de intérprete. Verla signar no sólo me abrió los ojos frente al problema que tenemos los oyentes con las personas sordas y sordociegas, sino que la lengua me parece tan bonita y expresiva que me preguntaba constantemente por qué no la he aprendido antes. Por suerte, encontré un certificado de profesionalidad donde pude aprenderla -de manera intensiva e intensa- y así obtener un nivel alto que trato de mantener en la medida de lo posible. Mi nivel actual es un B2, pero demostrable no sé si equivaldría a un B1.
La cosa es que quiero aprovechar esta carrera al máximo y convalidando asignaturas, lo que consigo es que me pierda parte de esa experiencia. Que sí, que así me quito asignaturas de encima y puedo terminarla antes. Pero no. Y aquí viene otro motivo: el económico.
Quiero sacarme la mayor cantidad de Matrículas de Honor posibles para que la matrícula de los siguientes años me salga más barata. Es una muy buena estrategia para no perder tanto dinero, pero de esta manera refuerzo conocimientos. Además, las Matrículas de Honor hacen que la media académica aumente, por tanto, indicando este nivel, podría tener más facilidad para acceder al mercado laboral. Así, saben que yo sería una persona que realmente vale la pena, y que mi calidad es muy buena.
Por ahora, todo esto son palabras, pero faltan los hechos. La teoría está muy bien y como utopía es una fantasía. Pero, para que se haga realidad, hay que esforzarse al máximo. Y las cosas no se consiguen así de fáciles. Hay que currárselo. Por eso, me he prometido a mí mismo que haré todo lo posible para llegar bastante lejos en la vida.
Va a ser un camino muy largo, pero -y espero- satisfactorio.