𝕮𝖚𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖓𝖔𝖘 𝖆𝖑𝖊𝖏𝖆𝖒𝖔𝖘.

¿Qué es lo que se siente? ¿Cómo se llama? ¿Cómo se describe? ¿Cómo se muestra exactamente lo que duele? ¿Cómo se cura el dolor de las distancias?

Las preguntas que han puesto a mi corazón en el punto de quiebre más complejo de mi vida; llena de un dolor de nombre “Nos alejamos”, propio de tristezas y depresiones que ni el tiempo, con su famosa “medicina” ha sabido curar. Más días de lo mismo, “intentando seguir” y consiguiendo más experiencia en eso de saber perfectamente, que no quieres seguir sin eso que te falta, me hice experto en no querer sentirme vacío; la habilidad que sé que ni siquiera es habilidad, es una necesidad, porque me desespera. He dedicado tanto tiempo pensando en ello, que me hice “abuelo de la nada”, desde que no te tengo. Vaya sentimiento y situación más despreciable, la que me hace infeliz, y me desarma al mismo tiempo. Con horas de pensamiento, ojeras remarcadas, casi permanentes, cansancio emocional, que consume la materia de mi cuerpo físico, dejándolo expuesto al estrés del dolor y el deseo de que por favor... no duela más.

Un hombre ya, a quien sus más claros deseos de vida consiguieron aflorar, luego de mucho llanto y momentos de ansiedad, pide pocas cosas: Tranquilidad, serenidad, y tú, por supuesto, que eres fácilmente las tres. Pero que te alejo, que estás lejos, que estamos lejos. Y yo aquí y tú allá. Donde ya no somos; dicho antes, lo que me duele. Y desde que nos alejamos, luché con mis mentiras, me las creí por un tiempo y caí, como siempre le pasa a quienes se mienten. Porque mi etapa de parecer autosuficiente, se me acabó cuando encontré contigo lo que yo no sabía que me faltaba y que me parecía tan increíble, que fue imposible no amar todas tus partes y hacerte entonces dueña de las mías, que aliviaste sabiendo que me dolían tanto. Pero ahora cuando no estamos, cuando nos alejamos. todas las noches como esta, llenas INMENSAMENTE de soledad y música instrumental, me recuerdan siempre lo mucho que duele, lo mucho que quema en la piel, esto que no somos. ¿Sabes que entendí en este tiempo? Que eso de decidir que nos duele y que no, es mentira. Hay momentos, lugares, personas que duelen y ya, de las que aprendemos y de ser necesario aceptamos si nos equivocamos, pero que sí, duelen y ya. Por más “trillado” que parezca, van a doler, cuando vuelvan a tocarte. Ese es mi vivir cuando se de ti y cuando las imágenes aparecen, llenas de una vida que era la mejor vida, que las circunstancias, ó las decisiones, nos nos permitieron seguir viviendo.

Una vez más vine al único lugar donde sé ser libre, a las letras. Donde puedo decirte que todo pesa y se como sentiste ese peso igual. Nunca volví a ser el mismo. nunca volveré a ser igual, porque mi mejor vida se terminó, cuando nos alejamos.

Con el mismo amor, Kael.